Siento sobre mí la mirada de Jesús aunque me tientan demasiado las luces de la apariencia y tener cuantas más cosas mejor. Estoy atrapada entre el viejo egoísmo y esa mirada de Jesús.
El único que puede ayudarme a romper la esclavitud de mis miedos e inseguridades eres Tú, que sufriste dudas y tentaciones, te cansaste, te sentiste solo...
En un mundo donde lo que importa son las "seguridades", Tú me pides que te siga, que me quede a la intemperie, que me replantee mis prioridades y que no me reserve nada para mí.
¿Qué puesto quieres que Jesús ocupe en tu vida? ¿quieres ser un cristiano del montón, sin unión de fe y vida? ¿aceptas su ayuda para superar tus dificultades?
"El que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará"
Mc 8, 35
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